Noches llenas de olvido, días llenos de recuerdos…
Cada minuto en este punto, lleva a un retroceso.
Recuerdos rotos, en espacios grandes y vacios.
Olvido intacto, en lugares insólitos y pequeños.
Cada día, una tenue incandescencia…
Dulce y amarga, embelesa mi intelecto…
Reconsiderando recuerdos, ya olvidados.
Que fueron parte de mi ayer, y engendraron esto…
Mi hoy, el ahora que tanto anhelo.
Que poco a poco envejece, para convertirse en pretérito,
Dejando atrás, mí ahora preciado,
Para la llegada, del mañana venidero.
Cristina Alcaide. CADLOA*